Somos muy fans de los nómadas, en parte porque la dificultad para que sus cervezas artesanas tengan visibilidad es aún mayor, y el salto a producir en su propia fábrica supone un desembolso económico no siempre posible.
Hoy cruzamos el Puente Euskalduna hacia el barrio de Deusto, mirando a Carola, la histórica grúa pintada de rojo junto al museo del Mar que nos recuerda el pasado fabril de nuestro Bilbao natal. Hace fresco en el agosto norteño y apenas hay gente por la calle, quizá aprovechando el sol hasta que en unos días comience la semana grande de las fiestas de Bilbao.
Pasamos las calles Logroño, Santander y en la calle Gipuzkoa nos espera Mar, la Txika de la cerveza, aunque a muchos les suenes más el nombre de la Txika de la Bicicleta.
Una cervecera con muchos kilómetros en las piernas
La historia de esta química de formación, y su inmersión en el mundo de la cerveza artesana viene de su paso por Suecia a donde fue para completar sus estudios y donde comenzó a trabajar antes de emprender su aventura cervecera. Su compañero de piso Christian hacía su cerveza casera con un kit, y picada por la curiosidad Mar se fue aficionando hasta el punto de que a su regreso a Bilbao comenzó sus pinitos con su Bizi Bizi, una American Brown Ale que boca a boca se fue dando a conocer.
Empezó en 2016 como nómada cervecera y ahí sigue remando como una trainera en aguas del Cantábrico frente al embudo de la distribución artesana en el País Vasco. El consumidor tiene incluso dificultades para encontrar sus cervezas en los bares de Bilbao porque gusta tanto que tapa la salida de otras cervezas. Mar no se resigna y su sonrisa ilumina tanto su cara que transmite la pasión por un trabajo que supera los pinchazos de su bicicleta o las palos en las ruedas que hay en este sector.
Cuando apenas comenzaba su andadura cervecera su coche se quedó fuera de juego y tuvo que tirar de ingenio. Equipada con un carrito tirado por su bicicleta, la Txika empezó a tocar puertas para que los bares de Bilbao conocieran su cerveza. Como si fuera la misma Amelia Blommer, inventora de los bombachos para montar en bicicleta y adalid de la defensa de los derechos de la mujer, Mar pedalea con una pasión por su trabajo que ojala se pudiera fabricar.
Proyectos de fabricación de cerveza local como el de la Txika de la Cerveza son más que bienvenidos, y de nosotros los consumidores depende que sobrevivan a la ola de las cervezas industriales y del monopolio de determinadas artesanas. Al final como solemos decir la buena cerveza siempre mantiene la espuma, y flota por encima de las adversidades.
CERVEZAS
La Txika de la Cerveza produce alrededor de 10 mil litros al año
BIZI BIZI
Su American Brown Ale es sin duda la hija pródiga, con el permiso de su perra Lumba, que nos mira curiosa mientras bebe agua de su bebedero reciclado a partir de un keykeg.
De sabor refinado y bien balanceada, el gusto va desde el caramelo Toffee casero hacia los lúpulos americanos de aromas cítricos y afrutados.
5,4% Alc. 34 IBU
HOP CIRCUS
Hop Circus fue la primera IPA de la Txika de la Cerveza, y ha llegado para quedarse. Esta India Pale Ale se ha hecho a partir de una reducción enzimática del gluten que no afecta al sabor, y estamos ante una de las mejores Gluten Free del País Vasco.
IPA 5,9%, 45IBU
BIZIPA
Bizipa es una Session IPA con menor graduación que su hermana Hop Circus, un 4% y un 35 IBU. Los lúpulos empleados son Mandarina Bavaria y Summit. Es ideal para el calor, muy refrescante con toques característicos de amargor y cítricos.
PINK PORTER
Dentro del catálogo de las cervezas de la Txika no podía faltar una oscurita, y con esta Robust Porter se consigue olvidar el verano de Bilbao, en esos días fríos (aquí decimos frescos) y nublados. Para darle más sabor añade pimientas, rosas y jamaicana, creando una fusión aromatizada que es escandalosamente interesante. La graduación es de 7,1% Alc. y 26 IBU.
WANTED II
Wanted es la “segunda parte” (y aquí lo de que segundas partes nunca fueron buenas queda en entredicho) de la colaboración entre la Txika de la Cerveza con la Cervecera Libre. Con esta White IPA se hace un homenajea a la activista anarquista lituana Emma Goldman. 35 IBUs, 5,8% Alc.
BIZI APA
Bizi Apa es la apuesta de la Txika por una American Pale Ale. Sabores como estos se extrañan en estos tiempos en ocasiones de omnipresencia del lúpulo. De sabor suave, fresca y redonda, es una buena propuesta para que los bilbaínos se acerquen al mundo de la cerveza artesana. Alc. 4,2% 34IBU
WAKA – Una bicicleta con ruedas solidarias.
Además de sus cervezas de «tirada clásica», la Txika siempre está atenta a participar en campañas solidarias. Una en la que ha contribuido de forma directa es produciendo la cerveza Waka, una African Ale cuyos beneficios van destinados a la ONG Konso Development Association (KDA). Esta asociación trabaja en el área de Konso en el suroeste de Etiopía para ayudar a desarrollar la economía local de plantación de moringa. La moringa, para aquellos que no la conozcan, es una especia con unas propiedades tan sorprendentes como desconocidas. En concreto esta variedad de moringa llamada Stenopetala se conoce en Etiopía como «el árbol mágico», y del que se aprovecha todo (las hojas para la cerveza Waku). Procedente del noroeste de India, Pakistán, Bangladesh y Afganistán, la moringa su consumo tiene un aporte multivitamínico, actuando así mismo como calmante, detoxificante y siendo habitual en el uso terapéutico y medicinal. Las mujeres que trabajan en la fábrica que ha montado la ONG, recolectan, tratan y preparan la Moringa, fuente de riqueza para una zona de Etiopía con una dependencia enorme de las sequías. Muy pronto os contaremos más de esta cerveza solidaria que hemos comprado a la Txika, y que probaremos para daros nuestra opinión.